jueves, 13 de diciembre de 2012

Gabriel Rodriguez. Signos de Puntuación



Reglas ortográficas


Signos de puntuación



1. La coma

La coma (,) señala en la lectura la pausa corta y se emplea para separar:

• El vocativo (invocación, llamar o nombrar a una persona): Ángel, ven aquí.
• Las palabras o los sintagmas de la misma clase en una enumeración o serie, si no van unidas por una de las conjunciones y, e, o, u o ni: Comieron pan, queso, chorizo y fruta.
• Las oraciones independientes que están relacionadas: Salieron a la calle, cerraron la puerta y subieron calle arriba.
• Las expresiones: En efecto, eso es lo que dice Luisa.
• Una aclaración o explicación intercalada en una oración: Cuando quieras, puedes ir.
• También se emplea la coma para sustituir el verbo omitido en una oración elíptica: María es morena; su hermano, rubio.

     Es indispensable el uso de la coma después del vocativo. Así, no tiene el mismo sentido decir: “Juan entra en seguida”- aquí afirmamos que Juan entra-, que escribir: “Juan, entra en seguida”. En este caso llamamos a Juan- vocativo- diciéndole que entre.

     Oración explicativa y determinativa. No es lo mismo escribir: “El piloto mareado no pudo dominar el avión”, que “El piloto, mareado, no pudo dominar el avión”. En el primer casi determinamos cuál era el piloto que no pudo dominar el avión, decimos cuál de los pilotos era. En el segundo casi explicamos, con un inciso, entre comas que el piloto no pudo dominar el avión porque estaba mareado.

     Lo mismo puede decirse de una oración, según sea subordinada explicativa o determinativa. En el primer caso –oración incidental- irá entre comas; en el segundo, no.

EJEMPLO:

- Los niños, que estaban en el patio, echaron a correr.

     En este caso, la expresión “que estaban en el patio” es un inciso explicativo que nos dice dónde estaban los niños que echaron a correr. Es una oración incidental que va entre comas.

     En cambio, si escribimos: “Los niños que estaban en el patio se echaron a correr, se determina o afirma que solamente echaron a correr los niños que estaban en el patio.es una precisión, no una explicación. No es, pues, oración incidental y por eso va sin comas.

     En las oraciones elípticas (omisión de una o más palabras) hay que poner coma en el lugar del verbo omitido.

EJEMPLO:

- Manuel era simpático; Pedro, antipático.

Se ha omitido el verbo “era” en la segunda oración, lo cual se indica mediante una coma.

     A veces se usa la coma para separar oraciones enlazadas por la conjunción “y”, en los casos en que podría haber confusión.

EJEMPLO:

- A Pedro le gustaba el trabajo, y el ocio lo consideraba absurdo.

     En este caso, se ha puesto una coma para precisar el sentido; sin este signo, parecería que “A Pedro le gustaba el trabajo y el ocio”





2. El punto y coma

     El punto y coma (;) señala en la lectura una pausa intermedia y separa:

• Las oraciones de un periodo cuando ya se han utilizado comas: Antes era una mujer desagradable; ahora, en cambio, es muy simpática.
• Las oraciones que tratan de aspectos distintos de un mismo asunto: No pueden abandonar ahora; tienen que seguir intentándolo.
• Las oraciones que expresan un hecho y su consecuencia: No encontraron a su hijo; están desesperados.

     El punto y coma sirve para separar oraciones entre cuyo sentido hay proximidad, y por excepción, frases largas, semejantes, en serie.

EJEMPLO:

- Hubieses asignado su parte a la configuración del terreno y a los hábitos que ella engendran; su parte a las tradiciones españolas y a la conciencia nacional; su parte a la barbarie indígena…

     Otros autores dicen que se usa el punto y coma para separar períodos relacionados entre sí, pero no enlazados por una preposición o conjunción.

EJEMPLO:

- Al contrario, vivo muy cerca; éste es mi distrito.

     En el caso de periodos entre sí, es decir, de oraciones entre cuyo sentido hay proximidad.

     También se usa siempre el punto y coma, cuando poniendo coma solamente, una oración o periodo pueden prestarse a confusiones.

EJEMPLO:

- La primera parte de la obra era interesante; la segunda, insípida; la tercera, francamente aburrida…”

Éste es un caso de oraciones elípticas, en donde la coma sustituye al verbo sobrentendido.



3. El punto

El punto (.) señala una pausa mayor, indica el final de una oración y puede ser:

• Punto seguido, que se emplea al final de una oración cuando el texto continúa en el mismo párrafo.
• Punto y aparte, que se utiliza cuando termina el párrafo.
• Punto final, que se pone cuando acaba el escrito (parte, capitulo o texto)

     El punto separa oraciones cuando los pensamientos que aquellas contienen, aunque relacionados entre sí, no lo están de modo inmediato.

     Es decir, la diferencia entre el “punto” y el “punto y coma” es sutilísima, cuestión de matiz. Tanto es así, que encontraremos autores que ponen “punto” donde otros emplean “punto y coma” y viceversa. Como ya había hecho antes.


EJEMPLO:

- Hablas en nombre de la patria. Tu palabra no puede morir sin eco: hablas en al tierra española. Te inspiran sinceras emociones...

Cuando el pensamiento se ha desarrollado en una o más oraciones, formamos un todo que se llama “párrafo”, se pone punto final. Es decir, cuando lo que se ha expresado tiene sentido completo.


4. Los dos puntos

Indican una pausa mayor o intermedia y se emplean:

• Después del encabezamiento de las cartas y otros documentos.
Querido padre: Muy señor mío: Excmo. Sr.: CERTIFICO: Hago saber:
• Antes de las numeraciones: Las clases de vertebrados son: mamíferos, aves, reptiles, peces y anfibios.
• Delante de los ejemplos: Los nombres propios se escriben con letra inicial mayúscula: Pepe, Adela, España, Granada, Ebro.
• Precediendo a las citas textuales: Carlos dijo: “No podremos ir esta tarde.”
• Antes de lo que se dice como argumento o prueba: Han tenido que suspender el acto: había poco público.

EJEMPLOS:

- Tres nombres destacan en la poesía española contemporánea: Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado y Federico García Lorca.
- No se puede condenar por lo que he dicho: la verdad, lealmente expresada, no puede ser delito.
- Al entrar en la habitación, me dijo: “Acabo de llegar de Segovia…”
En el primer ejemplo, los dos puntos indican que, tras ellos, viene una enumeración de elementos incluidos en la primera frase. En el segundo, la primera frase tiene su consecuencia en la segunda. En el tercer caso, el más frecuente, es el de transcripción o cita de lo dicho por otra persona.


5. Los puntos suspensivos

     Los puntos suspensivos (…) indican una pausa de duración a juicio del lector y se utilizan para:
• Dejar una oración incompleta y su significado en suspenso: Ya sabes… no está bien, pero…
• Para expresar temor, duda o sorprender al lector: Entró y… ¡qué espanto! El espectáculo era macabro.
• Para dejar incompleta una frase que se sobrentiende o que no se quiere expresar por completo: Quien mucho abarca…
• Para sustituir a la palabra etcétera en las enumeraciones: En Salamanca hay estudiantes de todos los lugares del mundo: europeos, norteamericanos, japoneses…

     Atención a los puntos suspensivos. El abuso de estos signos es propio de escritor incipiente, porque con dichos signos se traslada al lector el trabajo de completar la frase o el pensamiento que estamos escribiendo. Es un modo gráfico de expresar lo que no debe verse: las pausas, las dudas, la inseguridad, en suma, de nuestro propio pensamiento al escribir.

     No obstante, los puntos suspensivos deben emplearse siempre que, precisamente, sea esa impresión de duda o inseguridad la que debe darse al lector; por ejemplo, en el dialogo. Aquí, normalmente, los puntos suspensivos deben emplearse cuando queremos indicar con ellos las pausas que está haciendo en que habla, sus vacilaciones, sus dudas.


Veamos las reglas que, al respecto, nos dan los gramáticos:
1) Los puntos suspensivos indican interrupción en lo que se dice:

EJEMPLO:
- Sí, lo respeto mucho, pero…

2) Otras veces los puntos suspensivos están en un lugar del poco admisible “etcétera”


EJEMPLO:
- Numerosos son los grandes caudillos de la historia: César, Felipe II, Napoleón, Bismarck...

3) También se ponen cuando se hace una pausa al ir a expresar temor, duda o algo sorprendente.


EJEMPLO:
- No me decidía a estrechar la mano de un… asesino.
- Empiezo a comprender por qué la quería y por qué… la odiaba.
- Abrí la puerta y… ¡horror!... Un espectáculo dantesco.


La puntuación y las pausas 

     Como complemento de las reglas de puntuación expuestas, damos a continuación las normas basadas en la pausa fonética, es decir, en la entonación de la frase.
- Punto. “Se emplea al final de una oración para indicar que lo que precede forma un sentido completo. Señala una pausa, y entonación descendente en la última palabra pronunciada… El punto final indica una pausa más larga, ya que ha terminado de exponerse una idea completa (o un aspecto de una idea) y lo que sigue va a construir una exponente aparte”
- Coma. “Señala una pausa en el interior de la oración, pausa que obedece a una necesidad lógica de ésta y que puede indicar entonación ascendente o descendente, según las circunstancias.”
- Punto y coma. “Señala una pausa y un descenso de la entonación, los cuales no suponen, como el punto, el fin de la oración completa, sino un mero descanso que separa dos de sus miembros.”
- Dos puntos. “Señalan pausa de un descenso en el tono, pero, diferencia del punto, denotan que no se termina con ello la enunciación del pensamiento completo.”
- Puntos suspensivos. “Señalan una pausa inesperada o la conclusión vaga, voluntariamente imperfecta, de una frase.”



6. Signos interrogación y admiración


     Los signos de interrogación (¿?) y de admiración (¡!) se ponen en español al principio y al final de los enunciados interrogativos y admirativos, respectivamente: ¿Quién viene? Mónica, ¿quieres salir ya? ¡Qué escándalo! Arturo, ¡siéntate!
Estos signos, aunque sirvan de punto final, no excluyen el uso de los demás signos de puntuación. Muy frecuentemente es que vayan seguidos de una coma.

EJEMPLOS: 

- -¿Desde cuándo le conoces?, pregúntale Pedro.
- -¡Por favor, señor!, exclamó la muchacha.
{En lo que a mí respecta, no es de mi agrado el realizar el dialogo de ésa forma, prefiero utilizar lo que son los guiones (-) para hacerlo. Esto ya es gusto de cada escritor}
Ahora bien, ocurre a veces –aunque muy raramente- que ciertas oraciones son interrogativas y exclamativas a la vez. En estos casos, se colocará al principio el signo de interrogación y al final el de exclamación –o viceversa-, según el tono de ésta.


EJEMPLOS:
- ¿Qué esté negado al hombre saber cuándo será la hora de su muerte?
- ¡Qué persecución es ésta, Dios mío!
En este último ejemplo, puede evitarse la dificultad, escribiendo: “¡Dios mío! ¿Qué persecución es ésta?”



7. Guiones y paréntesis

     El guion (-) se utiliza para separar dos sílabas de una palabra al final de un renglón, siempre que una de ellas no sea una vocal aislada (Mar-ta no a-pro-bó); para separar dos fechas consecutivas (1858-1930), y para separar los componentes de algunas palabras compuestas (Aprobó el examen teórico-práctico en Castilla-La Mancha)

     La raya (—) o guion mayor se pone delante de lo que dice cada personaje en los diálogos, y delante y detrás de las oraciones que van intercaladas en otras, excepto en el caso de que una de ellas vaya al final de un párrafo, en cuyo caso solo la lleva al principio:
- ¡Hola! Soy Javier, ¿Está Mónica?
- Mónica se ha ido –contestó Pilar-. Creo que iba a casa de Charo.
- Dile que ella le llamará dentro de un rato –dijo Almudena.

Los paréntesis ( ) se emplean para encerrar palabras o frases que aclaran algo expuesto anteriormente: Pasaron el verano en Villalba (Madrid), o explicación larga que interrumpe lo que se está exponiendo: Se pasaban el día sentados bajo el pino de jardín (hacía mucho calor en aquel lugar) leyendo o jugando a las cartas. Cuando va al final del enunciado, el punto que indica el final se pone fuera.

EJEMPLOS: 

     Hombres, mujeres y niños, apelotonados dentro del autobús, parecían sardinas en lata.
Hombres, mujeres y niños –los había para todos los gustos- se apelotonaban dentro del autobús.
El mariscal Von Paulus (nacido en 1890) fue un hombre enigmático y del que será difícil si fue leal o traidor a su patria.

     Cuando una oración o frase entre paréntesis aclara otra que va entre comas –es decir, cuando se trata de una oración incidental dentro de otra también incidental-. Se pone la coma fuera del paréntesis. Así: “Guillermo, que fingía dormir en su diván (ante todo por su seguridad), estudiaba al mismo tiempo la situación.”



8. Las comillas

     Las comillas (“”/<< >>/ ‘ ’) se emplean para encerrar entre ellas las palabras textuales de alguien: El señor dijo: “No puede esperar más.”; el titulo de una obra: Cien años de soledad”, “Concierto de Aranjuez”, “Las Maninas”, “La casa de Bernarda Alba”; los apodos, seudónimos y sobrenombres: “El Zurdo”, “Clarín”, “Cid Campeador”, y las palabras y expresiones irónicas, vulgares o extranjeras de un texto: Esto se ha “terminao”. Tienen una tienda de “bricolaje.”
He aquí otro signo ortográfico que, bien empleado, sirve en ocasiones para destacar una palabra o una frase, pero del que no conviene abusar.
Las comillas sirven para destacar una cita o frase reproducida textualmente.

EJEMPLOS:

- Yo le dije: “¡Caramba! ¡Estás desconocido!”
- César, antes de pasar el Rubicón, dijo: “¡La suerte está echada!”.
También se pueden utilizar las comillas cuando se quiere dar cierto énfasis a una palabra, o, simplemente, un sentido irónico.




EJEMPLO 

- Nunca recibí un ataque tan “caballeroso”, como el que acaba de hacerme tan “digno” contrincante.
Suele utilizarse también este signo ortográfico cuando se escribe una palabra nueva (neologismo o barbarismo) o algún vocablo poco conocido. O las también llamadas jergas.



EJEMPLO

- Las cabinas “presurizadas” son indispensables para los vuelos de gran altura.
- Esto de los “cíceros” y de los “puntos”, no acabo de entenderlo bien.

El peligro de las comillas está en el abuso. Escritores hay que entrecomillan las palabras suponiendo así, la frase resulta más intencionada o más “graciosa”. El resultado suele ser anti estético, tipo-gráficamente y hasta contraproducente. Cuando se abusa de las comillas, el signo pierde fuerza y acaba por ser prácticamente insignificante.


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